El FTP y su primo elegante, el SFTP, son como los mensajeros secretos de la internet. Imagina que necesitas enviarle un regalo a un amigo, pero en vez de una caja, usas una especie de cartero digital. El FTP (File Transfer Protocol) es como el cartero básico, te lleva el paquete pero sin envolverlo en papel de regalo, es decir, no cifra los datos.
Ahora, el SFTP (Secure File Transfer Protocol) es como el cartero con clase. No solo lleva tu regalo, ¡también lo envuelve con un papel de seguridad para que nadie pueda husmear! Es como enviar un regalo en una caja fuerte.